Imaginaos un mundo en el que yendo en el transporte público nadie habla. La cajera no te saluda en el súper, nadie pasea por la calle y la gente te mira con expresión neutra. This is Estonia. O al menos la primera impresión que me llevé de los estonios.
Es cierto que todo el mundo sabe que el carácter nórdico no tiene nada que ver con el español, pero aún así cuando lo vives en tu día a día, es cuando realmente te das cuenta de las diferencias culturales que existen.
Los estonios suelen parecer algo fríos cuando los conoces, quizás sea por su pasado soviético o quizás por el clima. Están acostumbrados a ser muy directos a la hora de hablar y eso unido a la expresión neutral que suelen tener puede hacer que parezcan muy bordes. Les cuesta mucho coger confianza con la gente, pero una vez que la cogen cambian totalmente. Son gente muy dispuesta a ayudar a todo el mundo (cuando cogen confianza) y les gusta hacer bromas acerca de los estereotipos que les rodean; es parte del humor estonio.
